Vivimos en un mundo donde se aprecia cuando perdemos, donde las metas no son el trayecto, y ni si quiera un solo momento, disfrutamos de la felicidad pasajera, esa tan esencial que echaremos de menos una vez que la perdemos.
Me da miedo pensar que, mientras no pensamos, nos acomodemos y nos confiemos, que cambiemos el esfuerzo por meros deseos, que no luchemos por lo que queremos y que nos limitemos a un triste "esperemos".
Hemos creado un mundo de hormigón, con humanos de silicona, armas de fuego, lluvia que quema, comida en lata con químicos que matan, y todo esto por una razón, por la plata, la mayor creación y la mayor errata.
Somos infelices buscando la felicidad, creemos que soñar no es acercarse a la realidad, y piensa ¿no crees que lo que hoy vemos, ha sido consecuencia de soñar?
Viti
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