martes, 1 de marzo de 2016

Tiempo al tiempo.



1, 2, 3… El tiempo puede pasar como una exhalación, al igual que puede rondar a nuestro alrededor sin prisa alguna. Es inmaterial, deseado y fugaz. Lo perdemos constantemente, lo malgastamos, y es algo que no podemos recuperar. Siempre he querido guardarlo en una cajita, una cajita especial en la que todo entra y poco sale. Una cajita en la que cualquier cosa puede guardarse. Incluso el tiempo. Que pena que se me escape entre los dedos, muchas deudas podría pagar con ese tiempo. Muchas caricias, muchos besos perdidos, muchos abrazos reprimidos. Y todo con unos minutos, unos minutos de oro que perdí en su momento por no hacer lo que realmente deseaba.
4, 5, 6… Creo que es poco lo que realmente añoro, ya que nunca tuve tiempo de darme cuenta de lo que perdía. Añoro lo importante, añoro lo que al irse dejó una marca, un agujero en mi corazón. Es difícil explicar lo que uno siente cuando pierde algo, aunque sea el tiempo. No se cómo describir ni la sensación de hambre, ¿cómo voy a describir algo tan complejo como la tristeza, la furia, o la melancolía? Necesito tiempo para eso, y no puedo gastar más tiempo del debido.
   Susy

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