viernes, 1 de abril de 2016

Arreglemos algo que nunca se rompió.

Pero, ¿Y si era algo que realmente estaba en mi? Quererle.
No, era un asco estar confundida, sobre todo con estos sentimientos, ya que hasta él se me había declarado sin dar yo siquiera un paso en adelante. El sí que tenía agallas, y no yo, evitando su persona inconscientemente.
¿Qué será lo que mueve al ser humano para gustarnos solo lo que nos hace daño? Al menos en el amor.
Ya que de ese modo nunca podremos aceptar lo que realmente nos conviene, y siempre amaremos aquello que nos mata por dentro.
 
                          Miss Nefastanieves 

No hay comentarios

Publicar un comentario

© Apogeo del humanismo
Maira Gall