miércoles, 3 de agosto de 2016

Miedo Experimental

Quiero hablarte de una sensación. Sí, es esa sensación que hace sentir a todo el mundo dichoso y poderoso. Hablo de esa sensación que te hace sentir mariposas en el estómago, la que hace que tu pulso se acelere y que tus pupilas se dilaten. Se que sabes de lo que hablo, y estoy segura de que lo has experimentado alguna vez, pero lo que no sabes es que todo eso es nuevo para mi.

Desconoces que nunca me han revoloteado las tripas al ver a alguien acercarse, que nunca he sentido que se lo debía todo a una simple persona. Desconoces lo mucho que envidio al resto del mundo por poder amar tras haber fracasado mil veces en lo mismo, al igual que desconoces mi miedo a confiar. 

Porque sí, tengo miedo. Tengo miedo a acomodarme y que todas las piezas de mi puzle se desmoronen y acaben esparcidas por el suelo. Tengo miedo a derrumbar todos los muros y darme cuenta demasiado tarde de que fue un error. Tengo miedo de entregarme por completo y caer. Miedo al "no", miedo al "estaba equivocado", al "se acabó". Tengo miedo a desnudarme ante tu mente y no poder vestirme después. Miedo a derramar lágrimas amargas por la impotencia de no ser lo que tú quieres. Temo repetir la historia de antaño, de volver a ser la que era y dejar atrás lo que he logrado ser. Tengo miedo a acabar queriéndote en las sombras. Te tengo miedo... Simplemente tengo miedo.

No hay comentarios

Publicar un comentario

© Apogeo del humanismo
Maira Gall